Ámame Lentamente

Se miran a los ojos profundamente y sonríen; saben perfectamente que los dos quieren lo mismo. Y, por algo son novios desde hace cinco años. Lali cierra los ojos y se acerca a Peter, él enreda sus brazos en su cintura y ella aprovecha para poner los suyos alrededor de su cuello. Peter cierra los ojos y se acerca lentamente a la boca de su novia. Sienten sus respiraciones entrecortadas, llenas de amor y placer; rozan sus narices, se sienten. Peter acerca más su boca a la de Lali y en pocos segundos sus labios ya están rozándose. Se mueven al compás de la música de fondo; ella juega con el pelo de él, y él juega con su boca, rozando los labios una y otra vez.

Con su lengua, Peter recorre los labios de Lali, suavemente. Primero los de abajo, después los de arriba y ella respira cada vez más entrecortado. Pero, sonríe cuando se pega más a su cuerpo y siente, el placer que le está produciendo a su novio. Ahora, es el turno de ella, quien deshace sus manos del cuello de él para introducirlas dentro de la remera. Él se dedica a sentir aún con los ojos cerrados, al igual que ella. Lali introduce lentamente sus manos, dejando caricias suaves; arriba y abajo es la ruta que recorren sus manos, marcando el territorio, dejando claro que él es de ella y de nadie más.

Unas cuantas caricias más son suficientes para que Lali le quite la remera a Peter y ahora si abran los ojos. Se sonríen y se resisten las ganas de besarse; pero, Lali aprovecha el momento para dejar un beso tierno en su pecho. El inicia con caricias en el cuerpo de su novia; por encima de la remera. Primero por la panza y luego en sus pecho; ella cierra los ojos ante el placer, y él no deja de pensar ni un minuto en que Lali fue su mejor elección.

Cuando el placer aumenta, Peter acerca de nuevo su rostro al de Lali, pero esta vez une su boca con la suya. Y, mientras sus labios se mueven lentamente, al compás de la música, Peter ingresa su mano por debajo de la remera de Lali haciendo la misma acción que ella había hecho antes, acariciando suavemente su panza. Le quita la remera para que con sus dos manos acaricie sus pechos desnudos que están duros por el placer; Peter ama que Lali no tenga puesto el brasier. Lali gime de placer y él aprovecha ese instante para unir su lengua con la de su novia; explorando cada rincón de su boca.

Luego de unos minutos realizando la misma acción, se separan para poder respirar; ambos tienen la boca hinchada y roja. Abren los ojos y se contemplan; es inevitable que Peter acaricie la mejilla de Lali y sonría de lado; algo tan característico de él. Deja un beso en su frente y entrelaza su mano con la suya para dirigirse hacia la habitación; dentro, él deja un beso en su nariz e inmediatamente acerca su boca a su cuello, debajo de la oreja; su lugar. Se concentra en besar esa zona mientras ella pega su cuerpo al de él y va ingresando sus manos por debajo de su buzo negro.

El da un gritito ahogado cuando Lali presiona sus manos en sus glúteos, cuando los masajea, cuando pega aún más su cuerpo. El placer es tanto que apaciguan el ritmo para no terminar antes de tiempo; Lali regresa sus manos al pecho de él y Peter une su boca con la suya. Ya no suena la misma música, pero eso no importa; un reggaetón es perfecto para la ocasión. La intensidad del beso empieza a aumentar de a poco, Peter acaricia la espalda de Lali una y otra vez, y ella revolotea el pelo de su novio. Se acercan aún más a la cama, mientras Lali va quitándole la correa y desabotonándole el pantalón; Peter hace lo mismo con ella, sin dejar de besarla.

En pocos segundos, los dos se encuentran piel con piel, restando solo la ropa interior. Peter vuelca sus manos hacia el trasero de su novia y la aprieta contra su cuerpo; ella siente que él muere por ingresar en ella y eso la excita aún más. Sin dejar de besarse, Peter recuesta a Lali en la cama. Él se separa de su boca y la contempla; la adora, ama verla así con las mejillas rosadas, la boca hinchada. Pero, sobre todo ama esos ojos negros que lo miran embelesados, esos ojos que lo enamoraron hace tantos años atrás y que lo siguen enamorando. Ella se muerde el labio inferior con sensualidad y ternura a la vez; recuerda cuando lo conoció, cuando se enamoró de esos ojos verdes. Sonríen al darse cuenta que están pensando lo mismo y vuelven a besarse un ratito más.

Cuando Lali le da tregua, Peter acaricia lentamente la panza de Lali, y va dejando besos en su cuerpo. Poco a poco va descendiendo hasta que sus manos llegan a su objetivo; desliza la bombacha de Lali para que sus manos empiecen a acariciar la zona sensible. Se recuesta al lado de ella y le va susurrando al oído palabas de amor al tiempo que acaricia la zona. Cuando ella abre sus ojos y gime, él decide parar la caricia y le da pie a que sea él el que se encuentre recostado y ella la que le quite la última prenda.

Lali se recuesta a su lado, ambos se echan de costado, para seguir mirándose mientras van rozando sus narices y van dejando caricias en el cuerpo del otro. Vuelven a besarse, jugando con sus lenguas y entrelazando sus piernas. Peter aprieta el cuerpo de su novia al suyo y le da a entender que ya no resiste más; y, ella tampoco, su cuerpo hierve en llamas. “Hazme tuyo” le susurra y ella ríe porque es una frase muy trillada y encima dicha, casi siempre, por la mujer y no el hombre.

Él se muerde el labio interior al verla reír, ama su risa así como ama todo de ella. Pero, duran pocos segundos en esa posición, porque al instante ya están besándose de nuevo y moviéndose para que Lali quede encima del cuerpo de su novio. Él acaricia su espalda, sus glúteos, su pelo y ella poco a poco va deshaciéndose de las caricias para quedar sentada encima de él. Se miran con deseo y amor antes de que ella una su cuerpo al de Peter.

Y, cuando se unen, cierran los ojos y entrelazan sus manos encima del pecho de Peter. Ella empieza a moverse lentamente y luego más rápido; cada tanto disminuye la velocidad para acercarse a la boca de su novio y besarlo con ganas; dándole a entender que su corazón solo le pertenece a él. Cuando están por terminar, se recuestan, ella enreda sus piernas en su cintura y sus brazos en su cuello; Peter la abraza por la espalda. Llegan al clímax mirándose a los ojos y susurrando al unísono un “Te amo”.