Todos buscamos un amor y yo lo encontré junto a ti

El sol poco a poco comenzaba a salir por la zona este de la ciudad, el frágil viento de verano acariciaba las hojas de los árboles, las calles se encontraban vacías y silenciosas, en algunas escasas casas se comenzaban a ver encendidas algunas primeras luces.

Ella se acomodo su cabello dentro de su gorra y verificando que su música comenzara a sonar en sus oídos emprendió la caminata que realizaba todos los días a primera hora de la mañana.

Poco a poco se dejo embargar por la música olvidándose del mundo entero al igual que demás personas hacían, sin detenerse a pensar si alguien sufría alguna enfermedad o si en alguna casa faltaba trabajo o dinero, si era un pensamiento egoísta, ella misma lo sabia pero en ese pequeño pueblo nadie sabia quien era ella, si estaba bien o mal. Había llegado la hora de pensar por si misma y no en los demás como lo había echo toda su vida.

De pronto la caminata que había empezado despacio había ido agarrando fuerza hasta terminar en un trote desesperado en busca de descargar todo el dolor que sentía dentro de su pecho.

Estaba tan inmersa en aumentar la fuerza de su trote que no se había dado cuenta que su móvil había comenzado a vibrar en su cintura, deteniéndose un instante frente a una plaza, abrió la tapa del aparato y vio que figuraba “Luz llamando”, suspiro un instante para calmarse y atendió sin pensarlo una vez mas a su amiga.

-¡Por fin atiendes!-escucho que gritaba su amiga desde el otro lado de la línea-Estoy déle que déle marcándole a tu numero y tu ni te dignas de atenderme aunque sea para decirme “Luz no quiero saber nada de ti”-cerro los ojos unos instantes para intentar tener la calma-Pero como yo se que tú no estas bien no te voy a dejar en paz fácilmente porque…

-¡Luz María por favor cállate un instante!-grito exasperada la muchacha

Del otro lado de la línea, Luz se quedo muda al sentir el grito seco de su amiga y en un susurro le pidió perdón…

-No quise…

-Déjalo ya por favor-volvió a interrumpir la chica-Perdóname tu a mi ¿Si? Ahorita no quiero hablar con nadie más.

Sin esperar respuesta de parte de su amiga colgó y guardándose nuevamente el móvil en su cintura respiro hondo y volvió a emprender marcha hacía algún lugar del pueblo, a un lugar donde nadie la molestara, donde nadie le recordara lo que estaba pasando.

“Te prometo que jamás te voy a dejar, siempre voy a estar acá para cuidarte, te amo mas que mi vida nunca lo olvides”

“Hoy bajo esta luna hermosa te pido tu mano para ser el primer y ultimo hombre que te cuide en esta tierra, para ser el único que te acaricie íntimamente y te conozca a la perfección. Hoy bajo esta luna te pido que te cases conmigo”

“-No te vallas…-le pidió entre lagrimas a su amado-Por favor Thiago no te vallas…

Thiago la envolvió entre sus fuertes brazos intentando transmitirle la fuerza que necesitaba, la amaba tanto que le desesperaba no poder hacer nada para impedir las cosas.

-Son solo seis meses nada mas-le dijo luego de depositarle un beso en su cabello-Y cuando vuelva te juro que te voy a tomar en mis brazos y nos vamos a encerrar en tu habitación para amarnos toda la noche sin que nadie nos interrumpa

-¿Lo prometes?

Él solamente asintió para luego sellar la promesa con un beso profundo”

“-Mar, cariño tengo una noticia que darte

Anunció su madre luego de haber colgado el teléfono, Marianella que estaba sonriendo al recordar que solamente faltaban horas para tener a su prometido junto a ella, giro para encontrarse con su madre y una mirada sombría y llena de angustia.

-¿Qué paso?-pregunto temerosa por la respuesta que podía tener.

-Thiago-dijo en un susurro su madre-Thiago murió”

De pronto Marianella se encontró parada frente a una lápida que decía “Thiago Bedoya Aguero, Todos buscamos amor y yo ya lo encontré, esta junto a ti”.

No pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas y le nublaran la mirada, que sus piernas temblaran y le hicieran perder el equilibrio hasta caer arrodillada frente a la tumba.

Aquella tumba donde estaba enterrado él, su amado, su hombre, su amigo, su todo

-¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me dejaste? Me habías prometido volver y amarme toda la noche, ¡y no lo cumpliste!-sintió como algunas gotas saladas mojaban su rostro y terminaban perdiéndose en la fría tierra.

-¡Maldita sea no cumpliste ninguna de tus promesas! ¡Me dejaste sola en este mundo, sin saber que hacer ni como actuar! ¡Me dejaste sola para criar a este bebe que viene en camino!

El cielo pareció percibir el dolor que sentía la joven que de pronto se cubrió totalmente de nubes grises y gotas comenzaron a caer sobre todo el lugar, dándole inicio a una tormenta.

Bajo la lluvia ella seguía llorando desesperadamente, pidiéndole que vuelva y que todo haya sido una mala pesadilla.

A veces nos llegamos a enamorar tanto de una persona que cuando no la tenemos sentimos que nada vale la pena, que la vida es una porquería y que nosotros ya no vivimos, que nuestras almas se fueron junto a ellos.

Pero no siempre podemos dejar que el dolor nos embargue, siempre tenemos que encontrar la forma de salir adelante como Marianella logro encontrarla nueve meses después.

-Felicidades señorita es un niño…-anunció el médico luego de haber cortado el cordón umbilical.

Marianella sonrío entre lagrimas al ver un bebe regordete llorando fuertemente, demostrando las fuerzas de sus pulmones con apenas pelusitas en su cabecita.

-Gracias-le dijo a una enfermera que le había colocado a su niño entre sus brazos.

Mar miraba enamorada aquellos ojitos marrones oscuros que la miraban intentando descubrir quien era, ella miraba cada parte de su cuerpito tan pequeño sin creerse que su amado antes de irse le haya dejado en ella una parte muy importante de su amor, un hijo.

Una pequeña risita se escapo de sus secos labios al sentir como los deditos regordetes se cerraban entorno a uno de sus dedos, lentamente se llevo su manita hasta su boca para darle un pequeñito beso.

-Señorita, tenemos que llevar al bebe con los médicos para revisarlo…

Lentamente el bebe volvió a los brazos de la enfermera y antes de quedarse dormida por el cansancio viro su mirada hacia una fotografía que tenía de su amado a su lado y con lagrimas en los ojos le dijo.

-Gracias porque yo buscaba un amor y la busqueda trajo sus frutos, el amor lo encontre junto a ti.

No se si ya habían leido este corto,
Pero si no, les traigo el primero de Mar y Thiago Smile

Miembro junior Mensajes : 138 Fecha de inscripción : 18/08/2011

porq te empeñas en hacerme llorar con tus cortos? NO ME PARECE JUSTO me estas leyendo? jajajaja

Tan malas somos que nos merecemos llorar?
Me gusto el corto :')

verO,

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